Sistemas de ventilación de simple flujo
La manera más sencilla de ayudar a limpiar la humedad ambiental de nuestro hogar es instalando un
sistema de ventilación de simple flujo. Este sistema consiste en instalar un extractor de aire que a través de los ductos expulsa el aire contaminado hacia la calle.
Una desventaja de este sistema es que no es completamente efectivo en los edificios muy estancos, por lo tanto, además de
instalar el sistema de simple flujo, es necesario prever bocas de entrada de aire para que el aire extraído se sustituya realmente. De este modo evitaremos que se dificulte la extracción debido a la poca entrada de aire nuevo.
Sistema de ventilación de doble flujo
Este
tipo de sistema de ventilación es el más utilizado hoy día, puesto que su funcionamiento va más allá de extraer el aire y renovarlo. Se considera un sistema bastante complejo porque, gracias a sus componentes, el aire puede ser tratado de diferentes maneras. Un buen
sistema de ventilación doble flujo ofrece:
Filtrado
Un buen filtrado del aire es imprescindible para evitar la introducción de insectos, polvo o cualquier otro tipo de partículas al interior del inmueble. El grado de filtrado depende en gran manera de la calidad del aire exterior que entra a través del punto del cual se toma. Así como también de la calidad de aire interior que se busca conseguir. Por lo regular, los
sistemas de doble flujo son capaces de filtrar el aire que extrae del hogar para no contaminar.
Calefacción / Refrigeración
A fin de evitar los choques de temperatura cuando se introduce aire muy frío del exterior hacia el interior, un buen sistema de doble flujo es capaz de calentar el aire que entra hasta que este alcance una temperatura de confort. Hay diferentes formas en que este
sistema de ventilación calienta el aire.
Puede hacerlo a través de
resistencias eléctricas, por baterías de agua caliente o por bombas de calor. Igualmente, el aire de entrada puede ser enfriado a través de una
batería de enfriamiento, ya sea por expansión directa o por medio de agua fría. Con un buen sistema se reduce el uso de la calefacción y del aire acondicionado, disminuyendo el monto de nuestras facturas eléctricas.
Recuperación de calor
Desde el punto de vista de consumo de energía, la manera más eficiente de tratar el aire es a través de la recuperación de calor. Podemos encontrar
sistemas de ventilación doble flujo capaces de transferir el calor en invierno o el frío durante el verano a través del simple consumo eléctrico de los ventiladores respectivos. Incluso existen modelos tan eficientes que son capaces de recuperar el calor del aire de extracción hasta en un 90%.
Humidificador/deshumidificador
Este tipo de tratamiento del aire es menos frecuente en los sistemas de doble flujo, sin embargo, invirtiendo un poco más se puede llegar a instalar. Gracias a este tratamiento se hace posible añadir o restar humedad al aire que entra a la casa con la finalidad de equilibrar la humedad relativa y adecuarla a los porcentajes de confort.
Además, es posible añadir a nuestro método de ventilación de doble flujo algunos tratamientos más específicos tales como
tratamientos antibacterianos, muy útiles para prevenir enfermedades crónicas como el asma y el tratamiento de Ultrafiltrado para hospitales.
¿Puedo instalar un método de ventilación por mí mismo?
Si bien es cierto que nada hay imposible para el que cree que puede hacerlo,
instalar un sistema de flujo para mejorar la ventilación en nuestro hogar
en realidad es trabajo de expertos.
Por ejemplo, para que un sistema de ventilación de simple flujo funcione de manera efectiva, es necesario considerar una serie de elementos antes de proceder a la instalación. Entre ellos podemos mencionar el posicionamiento de la boca de extracción y el de las entradas de aire. Si estas bocas no se colocan donde conviene, el sistema no será efectivo para extraer y
renovar el aire de las habitaciones.
Es por esta razón que es mucho mejor contar con una
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